Vikingos en la tempestad

Vikingos en alta mar

Este articulo llevo tiempo teniéndolo en mente enfocado a los remeros vikingos, pero dado el "Tsunami Coronavirus" que nos sacude a todos en la marea, incluyo además las difíciles decisiones que se han de tomar por los capitanes de barco.   

Si hemos coincido durante alguna travesía, personal o profesional, seguro que me has oído decir alguna o mas de una vez la comparativa de las empresas, divisiones o departamentos con un barco vikingo y sus remeros.

Esta claro que el barco es importante que sea fuerte, solido, con buena estructura, con escudos a los lados, (relucientes como el mejor PPT de presentación), puede que a veces con muescas indicando las travesías realizadas, o menos vistoso pero no por ello peor bote. Es importante que si el barco es nuevo tenga una estructura solida y seguro que un gran sueño de aventuras, lleno de ilusión y optimismo que ha veces permite llegar a puerto de igual o mejor manera que el mejor navío.

Pero se ha de reflexionar, sobre todo en los tiempos de tormenta, que un barco vacío no es capaz de navegar. Los Vikingos no sabían tele-navegar ni tenían GPS por lo que no hago un "Regreso al futuro" al respecto del "marino remoto". Pero quiero destacar que a mi parecer, el Valor mas importante de una embarcación es toda su tripulación desde el menor grumete al propietario del navío que puede que hasta no navegue.

A su vez, es necesario un Capitán que conoce el destino y dirige el rumbo, éste debe tener experiencia (aunque no es imprescindible), ilusión y muy aconsejable el sentido común, todas las opiniones de la tripulación pueden y también suman pero creo que siempre es necesaria la visión del Capitán. Aconsejo ver la primera temporada de la serie "Vikingos".  

Según el tamaño de la embarcación son necesarios también mandos intermedios que organizan, planifican por cada travesía, y que golpean el tambor marcando el ritmo de remo según las circunstancias. 

En ambos puestos, los hay que dan con el látigo o que llevan leche cuando se flaquea, estos son buenos compañeros de viaje, aunque siempre existen remeros que se quejaran por la temperatura de la leche o la humedad de la brisa.

Pero esta claro que el grueso, que no el obeso, de los remeros ha de respetar y confiar en el Capitán o Capitana y en los mandos, y por supuesto respeto entre todos ellos, que no se peguen con los remos, que no culpen al vecino, que si no reman a una, el barco no avanza e incluso se hunde... Entender a su vez que un remo roto no es problema del que se queda sin remo si no de toda la tripulación, que cada uno debe aportar en positivo, porque con el tiempo todos terminamos celebrando llegar a puerto, y recordamos las personas y los momentos compartidos de travesia (in the sea, if we speaking english is better too, and you know ;-D), más que el viaje en sí. 

Todos somos capaces de hacer una buena travesía con muchas provisiones, mar en calma y el viento a favor, pero cuando llega la tormenta, el Capitán empieza a demostrar verdaderamente su capacitación personal y profesional, esta claro que son tiempos donde se han de tomar decisiones difíciles en una tempestad sin precedentes, en estos días quien no ha tenido noticias por cuerno-wassup de personas (capitanes, mandos o remeros cercanos) en situaciones en las que o se facilita un bote con los mejores deseos y parte de provisiones,  o se busca la manera si es posible de permanecer todos en el barco racionando las provisiones si es que quedan, o inevitablemente esta entrando agua a raudales y hay que saltar a los botes o agarrarse a un barril, o hasta el Capitán de pequeños barcos solo puede agarrarse a un madero autónomo sin provisiones y confiar en que botes mayores le localicen y ayuden.  

También existen aquellos que rápidamente empiezan  a disparar o tirar gente por la borda, por miedo al peso del barco con tanto oleaje, y así deshacerse del personal porque creen que el día de mañana puede que le falten provisiones aunque su camarote tenga comida y la bodega este llena, incluso algunos aprovechan para sólo repartir el pan duro y sacar el látigo. 

Recientemente vi la película "En el corazón del mar" que aconsejo que veas si tienes tiempo en casa mientras esperas poder enrolarte de nuevo, creo que incita a la reflexión de Liderazgo.  





Si te acercas más a mi edad seguro que también recuerdas "Rebelión a bordo", o el  remake "Motín a bordo" posterior, en la que ante la crisis se originaba hasta un motín ante la injusticia.

Ambas también para la reflexión.

También, aunque esta no tiene relación con barcos pero si con extensiones de agua, quien no haya leído el libro o visto la película "¡Viven!" basada en hechos reales, también la aconsejo si ahora estás en puerto (por cierto creo que casi  todos los Supervivientes se dedicaron con algo relacionado con el coaching).

Pero si se mira al horizonte, se ha de tener en cuenta que después de llegar a puerto, que seguro llegaremos (los vikingos fueron un ejemplo también de constancia) cuando todo esto pase, surgirán las siguientes preguntas: ¿Quién se enrolará de nuevo en el mismo barco?, ¿Quién repetirá Capitán o compañeros de viaje?, ¿Quién se dejara de llevar por sólo el brillo de los escudos que adornan un barco? de poco sirve el brillo en la tormenta sin un buen Capitán y tripulación.

La idea original de este articulo estaba enfocada a los remeros mayormente, pero en estos momentos, escribo esta reflexión reconociendo la labor de los Capitanes y remeros que me rodean, agradeciendo las palabras de ánimo y tranquilidad que transmiten los responsables de mi navío, así como de la humanidad de aquellos navíos (con o sin Thor-ERTEs) de los que oigo hablar en la radio-cantina-wassup que recibo por la antena vikingo-analógica en el Drakkar del mascarón de proa... madre mía, voy a ir terminando que me sale verborrea y debería tomar Biodramina Vikinga... incluso me da tiempo mientras remo a unas risas con compañeros de viaje al encontrar un pequeño pangolín que estaba escondido y surgió andando inquieto por el barco por el oleaje.

Toca tiempo de quedarse todos en casa y/o tele-navegando, tiempo habrá de volver a navegar en alta mar. Ya he dado sugerencias de películas o libros para este tiempo, pero no quiero terminar este articulo sin sugerir una gran película en la cual se grita

"¡Oh Capitan, mi Capitan!"

Gracias a los colaboradores y lectores de este nuevo post, no olvides compartir si te ha gustado o suscribirte si he conseguido sacarte una sonrisa o reflexión durante esta lectura.